
Noemí Molins
@noixellie
Todo empezo… una muy cálida tarde de primavera. Allà por mayo de 2017.
Tienen la culpa la renfe, las horas punta y la camisa de trabajar en una oficina. No os engañaré, con el sudor (y la mezcla de calores de toda la gente de la estación Plaza de Catalunya de Barcelona sin aire acondicionado) la camisa se pega al cuerpo. La sensación es peor a que te toque la cortina de la ducha.
Al llegar a casa, con el gustito de ponerme una camiseta ancha de manga corta, la vida ya se ve diferente.
Pero claro, aunque no soy nadadora parece que me haya dejado la percha puesta.
El caso es que las camisetas de manga corta de chico no me quedan bien, las de chica son estrechas, cortas y me acentúan cadera. Todo un problemón. Sobretodo cuando hace calor volcánico. No sólo el suelo es lava.
Pensé: “si no existe, lo hago yo”.
Sobre mí: me gusta vestir cómoda, hablar en el balcón, inventarme canciones y bailes, me hace gracia que la gente se caiga e intento no comer nada animal. No puedo quedarme sin saber algo, necesito buscarlo. Me gusta leer, tocar el piano y escuchar monólogos o programas de humor mientras trabajo.